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Noticia: La hora de la verdad en el Everest
Se acabaron las pruebas, las aproximaciones y las ascensiones de aclimatación al Everest. El reto de Nacho Orviz y Edurne Pasaban ya tiene fecha. Este sábado, si todo discurre según lo previsto, la expedición alcanzará la cima del mundo. Orviz, Pasaban, Asier Izaguirre y Ferrán Latorre subirán a 8.848 metros sobre el nivel del mar y lo harán, además, sin recurrir al oxígeno artificial. Una gesta que no está al alcance de todos. Poco más de un centenar de montañeros lo ha logrado. Para el bombero gijonés será su séptimo 'ochomil'. Y para Pasaban implicará sacarse una espinita. La donostiarra ya hizo cumbre en el Everest, dentro del proyecto de subir a las catorce montañas más altas del planeta, pero utilizó oxígeno artificial. Fue el primer 'ochomil' de la tolosarra, el 23 de mayo de 2001.
Diez años menos dos días después, la expedición confía en coronar el sábado la montaña más alta de la Tierra. «Estamos todos bien de forma y salud, así que sólo resta que nos acompañen las fuerzas y el tiempo», explicaba ayer Nacho Orviz a EL COMERCIO desde el campo base del Everest.
Plan de trabajo
El montañero gijonés detallaba también el plan de trabajo hacia el techo del mundo, siguiendo la vía clásica, la que abrieran sir Edmund Hillary y Tenzing Norway en 1953.
Orviz, Pasaban, Izaguirre y Latorre se encaminarán hoy hacia el campo 2. Allí pasarán la noche para después ascender hasta el campo 3, donde prevén llegar mañana. El viernes llegarán al collado Sur, «donde pararemos únicamente unas horas para descansar». En este punto, los montañeros entran en la denominada 'zona de la muerte', a casi 8.000 metros de altura, donde el hombre ya sólo es posible adaptarse durante un tiempo limitado, ya que no se compensa del todo el gasto de energía durante el reposo. Desde ahí, lanzarán el último y definitivo ataque a la cumbre. En unas condiciones duras, con intensas rachas de viento y temperaturas muy bajas.
«La idea es salir hacia medianoche hasta la cumbre», desvelaba Nacho Orviz, quien adelantó que contarán con la ventaja de caminar bajo el influjo de la Luna llena, «lo cual nos beneficiará durante la larga noche». La distancia del collado Sur a la cima no llega al kilómetro. Apenas son 900 metros. Pero Nacho, Edurne, Asier y Ferrán emplearán en recorrer ese tramo algo más de diez horas. Como muy tarde, esperan llegar a mediodía, hora nepalí.
La recompensa llegará cuando tras toparse con el escalón de Hillary ya sólo resten 100 metros, y de una dificultad leve, para alcanzar el objetivo.
Será entonces cuando el grupo pueda decir que sí, que por unos instantes fueron las personas situadas a mayor altitud de todo el planeta. Y que lo lograron sin utilizar oxígeno suplementario. Por sus propios medios.
 
Fuente: elcomercio.es